
El tostado es la quinta y última etapa del proceso de malteo y tiene como objetivo modificar profundamente el color, sabor y aroma de la malta a través de la aplicación de calor. Es en esta etapa donde se crean los perfiles distintivos de las maltas especiales, utilizadas por los cerveceros para dar complejidad y personalidad a sus cervezas.
A diferencia del secado (kilning), el tostado no se realiza con el objetivo de conservar enzimas, sino para inducir reacciones químicas —principalmente las reacciones de Maillard y caramelización— que aportan matices únicos al producto
final.

Desarrollar colores intensos y homogéneos en la malta.
Generar sabores y aromas complejos: caramelo, toffee, pan tostado, chocolate, café, entre otros.
Producir maltas especiales adaptadas a diversos estilos cerveceros.
Modificar propiedades físico-químicas como el pH, la acidez y la friabilidad.
¿Cómo se lleva a cabo el tostado?
Selección del tipo de malta base: Se parte de una malta ya secada y bien modificada, seleccionada según el perfil deseado.
Ingreso al tostador (roaster): La malta es cargada en un tambor giratorio metálico similar a los utilizados en el tostado de café.
Curvas de temperatura programadas: Según la receta, se define una curva de calentamiento específica, con temperaturas que pueden superar los 200 °C.
Control de tiempo y velocidad de rotación: Se ajusta el tiempo de permanencia y la rotación para asegurar un tostado uniforme.
Enfriado y estabilización: Finalizado el tostado, la malta se enfría rápidamente para evitar sobrecocción y se deja reposar para estabilizar aromas.

Temperatura del tambor: define la intensidad del color y el nivel de reacción de Maillard.
Tiempo de exposición al calor: influye en el desarrollo del perfil aromático.
Tipo de aireación: afecta la homogeneidad y el desarrollo de aromas.
Control de humedad residual: importante para la conservación del producto final.

Según los parámetros definidos, se pueden obtener distintos tipos de maltas tostadas o caramelizadas, tales como:
Malta Caramelo/Cristal: con azúcares caramelizados y alto aporte de dulzor y cuerpo.
Malta Ámbar/Roja: con notas a pan, bizcocho y leve tostado.
Malta Chocolate o Negra: con aromas intensos a café, cacao y tostado seco.
Malta Ácida: con ajuste de pH para la maceración.
Estas maltas tienen aplicaciones en estilos como Amber Ales, Bocks, Stouts, Porters, Dubbels, y cervezas ácidas, entre otras.

En UMA Malta, cada lote de malta especial es producido con recetas personalizadas y protocolos de tostado ajustados con precisión. Nuestro sistema de control permite:
- Establecer y repetir curvas térmicas específicas por tipo de malta.
- Monitorear en tiempo real el desarrollo de color (EBC/SRM) y aroma.
- Validar consistencia en parámetros como friabilidad, extracto, y humedad residual.
Además, realizamos análisis sensoriales y fisicoquímicos para asegurar que cada malta especial aporte el perfil deseado al producto cervecero.

El tostado es la etapa donde la malta se transforma en una herramienta creativa para el cervecero. A través del manejo del calor, se crean perfiles únicos que definen el carácter final de muchas cervezas.
En UMA Malta, nos especializamos en la producción controlada de maltas, brindando soluciones específicas que se adaptan a estilos, recetas y necesidades técnicas de cada cliente cervecero.



